La postura de la pinza es una asana básica,
sin embargo hacerla no es tan fácil como parece. Es una postura en la
cual te tienes que sentar y llevar el cuerpo hacia delante dando la
impresión de doblarse por la mitad.
Beneficios de la postura de la pinza
Esta asana sirve para flexibilizar y aliviar la tensión en los músculos de la espalda. Mejora la digestión.
Es beneficiosa para los riñones, el hígado, el útero y los ovarios. Reduce el malestar menstrual.
Recomendada para diabéticos.
La Postura de pinza o Inclinación hacia adelante es una de las
posiciones más simples en la práctica del Yoga, permitiendo un gran
relax dentro de la posición.
Sin embargo, es una de las asanas más poderosas en el
mantenimiento de la movilidad de tus articulaciones, la estimulación del
sistema nervioso y la tonificación de los órganos internos.
Especialmente indicada en casos de estrenimiento.
Cuidados al
practicarla, evitando los movimientos bruscos. También deberás
realizarla con precaución si padeces de cifosis.
Realización de la posición de pinza:
1) Sientate con las piernas extendidas hacia adelante, los pies
juntos, los dedos de los pies hacia arriba y las palmas apoyadas en el
piso, a ambos lados del cuerpo.
2) Inspira mientras elevas los brazos por encima de la cabeza, estirando el tronco.
3) Exhala lentamente, mientras flexionas el tronco hacia adelante.
4) Baja la cabeza entre los brazos, hasta llegar con las manos a los dedos o a las plantas de los pies.
5) Intenta tocar con la frente las rodillas sin doblarlas. Si no
alcanzas a tomar tus pies, abraza tus tobillos, tus pantorrillas o
rodillas.
6) Mantén la posición mientras te resulte confortable y luego vuelve lentamente a la posición inicial.